Eusebio Poncela e Igor Yebra protagonizan la rompedora obra de Manuel Puig en versión de Diego Sabanés, una reflexión sobre la identidad, el amor y la revolución, con dirección de Carlota Ferrer.
Es «El beso de la mujer araña» una reflexión sobre la identidad, el amor, la revolución. Un clásico literario de Manuel Puig, adaptado a la escena por el propio autor a partir de su novela homónima, y que sobre las tablas del Teatro Palacio Valdés protagonizarán Eusebio Poncela e Igor Yebra, con dirección de Carlota Ferrer. Un estreno absoluto para toda España, cerrando agosto en escenAvilés, el viernes 26, a las 21.00 horas.
El público tendrá ante sí un referente de la literatura hispanoamericana contemporánea que no deja indiferente, en versión de Diego Sabanés. Novela de éxito mundial, prohibida por la última dictadura argentina, es «El beso de la mujer araña» un tratado de libertad, de conocimiento, de amor, un retrato a dos personajes sometidos que buscan la liberación, cada uno a su manera.
Proponía Puig en su adaptación teatral un duelo interpretativo entre dos personalidades enfrentadas que se acabarán reconociendo el uno en el otro: Molina (Poncela) se siente mujer atrapada en su cuerpo de hombre, y Valentín (Yebra) es un revolucionario torturado durante los interrogatorios.
Un viaje de transformación sin salir de la celda que comparten, en su reducto de intimidad entre cuatro paredes Molina, y Valentín descubren un entramado de sensaciones mientras tienden puentes mutuos entre el ser y el sentir, entre la reclusión y la libertad de pensamiento, aprendiendo a escucharse, a entenderse, a amar(se).
Ambos, sujetos revolucionarios que buscan liberarse y liberar, se evaden, a través de las películas de cine clásico que Molina le relata cada noche a Valentín, de una realidad de represión y vejaciones sufridas en carne propia, un afuera del que apenas les separa un muro, inventando un mundo libre a la medida de los dos.
Como explica el dramaturgo José Manuel Mora, «reflexionan sobre su propia vida y su identidad política y sexual, un combate interior con muchas heridas abiertas y una pantera que no deja de rugir […] esperando una revolución. La liberación política pasa por la liberación de los cuerpos». Porque, añade, «cuando oscurece siempre se necesita a alguien».
No hay que olvidar que su autor, el argentino Manuel Puig, se vio obligado a huir al exilio a causa de la brutal represión desatada por la dictadura argentina, en un periplo que le llevó por diversos países del continente americano, desde finales de la década de los 70 hasta su muerte en México en 1990.
Los y las espectadoras de Avilés serán las primeras en degustar las interpretaciones y la hondura de la historia que sobre las tablas del Teatro Palacio Valdés recrearán Poncela y Yebra, bajo la batuta de Carlota Ferrer, un trío que ya se juntó para crear el montaje «Esto no es la casa de Bernarda Alba».
«El beso de la mujer araña» es una producción de Pentación Espectáculos, con Manuel Tejera como ayudante de dirección, Eduardo Moreno en la escenografía, David Picazo en la iluminación, y espacio sonoro de Tagore González.
